un lugar donde hay muchas cosas como fic , videos , imagenes e animes ,manga y juego
bienvenidas y bienvenidos
| |
![]() |
sábado, 11 de febrero de 2012
y Finalmente
Bien. Dos equipos han recibido sus invitaciones, pero aun falta el equipo más importante, el del organizador del evento, digo, sería raro si no los invitaran.
Como los otros equipos, estos chicos también estaban ‘entrenando’. Estudiantes comunes y corriendo observando maravillados cómo Jiroh duerme plácidamente sobre la red de la cancha de tenis sin caer; Gakuto dando super saltos, a ver si rompía el record mundial sin estrellarse con uno que otro pájaro; Yuushi preocupado porque el entrenamiento se alargó y se perderá su telenovela; Hiyoshi con una vidente para saber si vencerá a sus sempai-tachi, en especial a Atobe; Shishido sintiéndose acosado porque Otori lo sigue para todos lados sonriendo inocentemente; el entrenador Sakaki marchándose del lugar pensando “Oh no, hoy es mi día libre, así que son 100% problema de Atobe-kun. Le deseo suerte.”; y por último, Atobe observando el estúpido comportamiento de sus compañeros con una venita saltante, mientras Kabaji se preocupa de cumplir todo lo que le pide.
-Supongo que tendré que dar por terminado el entrenamiento, ¿na, Kabaji?
-Usu
Luego de un esfuerzo sobrehumano que solo ‘Ore-sama’ podría realizar, logró captar la atención de su equipo y mandarlos a los vestidores. El entrenamiento se daba por finalizado. Cuando iban a ingresar a cambiarse, un estudiante X se les acercó, diciéndoles que los necesitaban en el gimnasio.
-¿Será una broma de mal gusto? ¿Para qué nos llamarían al gimnasio?
-A saber…
Entraron tranquilamente a susodicho lugar, donde, sorprendentemente no había nada ni nadie. Genial. Pensaron con sarcasmo. Pura pérdida de tiempo… En ese preciso momento las puertas se cierran de golpe y la intensidad de la luz baja considerablemente.
-¡Waaa! ¡¿Qué sucede?!- gritaban los chicos, viendo que estaban encerrados mientras sucesos no-normales se daban a lugar.
-¡¿Dónde está Atobe-buchou?!
Una especie de niebla comenzó a cubrir sus pies, acompañada de unos sospechosos ruidos provenientes del almacén de los instrumentos de gimnasia. Con la cara azul y completamente petrificados vieron como un payaso terrorífico como el de la novela de Stephen King se acercaba a ellos… con cara de hambre. Todos gritaron de horror y comenzaron a escapar de un lado a otro. Jiroh se despertó con los gritos, pegó un brinco y se aferró a las piernas de Gakuto, quien justo estaba saltando, así que se cayeron de cara, y como si fuera poco, el castaño se durmió otra vez. Yuushi, que intentaba ver en su celular el último episodio de la teleserie de las nueve antes de morir, le gritó a Gakuto que reptara para huir. Chotaro, presa del pánico tomó a Shishido en sus brazos y corrió, pero tuvo que detenerse al escuchar un ¡Paaaaafff!, que resultó ser la cabeza de su sempai, que había chocado con el pilar del arco de básquetbol. Hiyoshi comenzó a lanzarle cosas a sus compañeros… sí, a sus compañeros, pues consideró que era el momento adecuado de derrotarlos. Y Kabaji, a falta de un Atobe que le dijera que hacer, solo se quedó de pie mirando de un lado a otro desesperado.
-¡¿Qué hacemos?!
-¡Derribemos la puerta, total, Atobe la pagará después!
Pero al dirigir su mirada a su única salida, vieron al payaso, que ahora tenía un brazo de hombre lobo y uno de momia.
-La caja…. Abran el paquete…-dijo con voz siniestra, acompañada de una risa sicópata.
-¿De qué demonios está hablando?-preguntó exaltado Yuushi… cuando… -¡KYAAAAA!- gritó al ver una mano sobre su hombro.
Todos voltearon para ver de quien se trataba. Y resultó ser un sonriente cartero que quería entregarles un paquete.
-Tienen correspondencia.
-Oh, gracias- el tensai del equipo iba a abrir el paquete cuando vio una nota en el envoltorio. ‘Digan ’.
-¿? ¿Whisky…?-pronunciaron un tanto inseguros, segundos antes que un muñeco diabólico a lo Chucky saliera rompiendo la caja.
-¡Sonrían, bwuajajajajaja!- el muñeco deforme tomó una fotografía. Todos estaban petrificados con expresiones idiotas en sus rostros, hasta que tuvieron un ataque de histeria y comenzaran a gritar.
-Qué ingenioso…-comentó el cartero, que pareció no inmutarse.
Hiyoshi, que fue el primero en calmarse un poquitín, se acercó nuevamente al paquete, cayendo en la cuenta que es un muñeco a baterías. Nada sobrenatural. ¿Quién recontra diablos les habría hecho esto? El payaso ya no estaba, y todo había vuelto a la normalidad, hasta las puertas ya estaban abiertas.
-¿Y eso?- susurró mientras tomaba una tarjeta que tenía el muñeco en su ropa.
-¿Qué sucede, Wakashi?- los demás se acercaron al chico, justo a tiempo para oír un ruido como de gelatina estrellándose con el suelo.
-¡Oh, no otra vez! Se me ha caído el rostro…- dijo el cartero, antes de agacharse a recoger su cara.
Los pobres traumatizados chicos salieron corriendo a la velocidad del sonido del lugar, encontrándose de nueva cuenta en las canchas, donde estaba Atobe ordenando sus cosas.
-Chicos, ¿qué les pasó? Tienen pinta de haber visto un fantasma…
-Vimos algo peor, de hecho…- gruñó Shishido, que tenía un chichón por el golpe de antes.
-Ah- fue todo lo que respondió Atobe, observando cómo su cartero-mayordomo se marchaba y le indicaba que tenía todo en video.
-Atobe-buchou…- dijo Wakashi con una voz que daba miedo, a la vez que arrugaba, furioso, el papel que aún conservaba en sus manos.
-Préstame eso.- dijo Gakuto, tomando la tarjeta para leerla en voz alta. –‘Siéntanse agradecidos, pues Ore-sama ha tenido la bondad de invitarlos a todos ustedes a mi gran fiesta de Halloween en mi fabulosa mansión. Los espero el día 31 de Octubre a las 21:00 horas. ¡No olviden disfrazarse! Saludos, Atobe Keigo.’ ¡ATOBE!
-¿Qué? Es Halloween. Entregar una simple tarjeta hubiera resultado aburrido.
-¿Y? ¿Harás una fiesta con ocho personas? ¿A eso llamas gran fiesta?- cuestionó con burla el de gorra.
-Oh, claro que no, Ore-ama planea bien las cosas. También invité al Seigaku y al Rikkaidai- respondió el peliplateado con autosuficiencia.
-¿Y se puede saber si los invitaste… así?-preguntó el chico de gafas, refiriéndose a lo ocurrido anteriormente.
-Algo por el estilo. A la invitación de ustedes le puse más elaboración, por ser mis queridos compañeros que me hacen imposible la vida todos los días- sonrió inocentemente, asemejándose un poco a Fuji. Un escalofrío recorrió la espalda de los otros tenistas… habían subestimado un poco el lado vengativo de su líder.
-Bien. Vayan preparándose, que solo tienen dos días. Ore-sama los estará esperando, muajajajaja…- rio malignamente, mientras se preparaba para marcharse. –Vamos, Kabaji.
-Usu
***************************
Y así, todos comenzaron a prepararse para una fiesta que tal vez los dejaría marcados de por vida…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario